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El modelo del sistema de transporte de Manizales Opinión 2011-05-21 00 La Patria



opinion
Cuando iniciamos la concepción del Proyecto Sistema Integrado de Transporte de Manizales estaba en operación Transmilenio en la ciudad de Bogotá y se estaban diseñando y/o ejecutando proyectos similares en Cali, Pereira, Bucaramanga, Cartagena y Barranquilla.
Antes de ser consultor de la Alcaldía de Manizales, me había desempeñado como Gerente de la Malla Vial - IDU en Bogotá, había sido coordinador de la ejecución de la primera troncal Transmilenio que se construyó en Colombia, la Troncal Calle 80 y con esa idea, con la idea de un Transmilenio o de un sistema troncalizado fue que inicié mi gestión como consultor en Manizales.
Con el señor Alcalde, con varios de sus secretarios y funcionarios de la Alcaldía, recorrimos todas las comunas de la ciudad, presentamos el proyecto a miles de manizaleños, cientos de ellos hablaron con nosotros haciéndonos valiosos aportes que nos permitieron finalmente ver la realidad y llegar a una conclusión: yo estaba equivocado, el modelo de transporte público troncalizado de las grandes ciudades (de más de dos millones de habitantes como Cali, Bogotá o Medellín), no es un modelo aplicable en ciudades intermedias como Manizales, entre otras razones por las siguientes:
a) Construir una troncal como la de Transmilenio en una ciudad intermedia, significa la destrucción parcial del patrimonio arquitectónico de amplias zonas, salvo que se construyan las troncales invadiendo u ocupando las vías que utilizan los otros medios de transporte (particular, taxis, peatones) generando más congestión vehicular. Llegué a la conclusión de que un Transmilenio sin nuevos corredores viales, es "una máquina de hacer trancones".
b) Los sistemas con troncales y buses de alta capacidad como los articulados de Transmilenio o de Metrolínea en Bucaramanga, requieren altos volúmenes de pasajeros en largos recorridos que no tienen las ciudades intermedias, salvo que se diseñen las rutas de manera que se obligue a un alto porcentaje de los usuarios a ir en un bus alimentador hasta una troncal, transportarlos máximo cinco u ocho kilómetros por esa troncal y llevarlos a su destino en otro bus alimentador previo otro transbordo. Bajo este esquema, las economías de tiempo de viaje se pierden en los transbordos y el sistema deja de ser amigable para el usuario: hasta tres transbordos en media hora para la mayoría de usuarios es un exceso.
c) Cuando entran a operar buses articulados, a la sobreoferta de vehículos de transporte público que por años se ha acumulado en nuestras ciudades, se adicionan los vehículos que se deben sustituir por esos buses articulados, requiriéndose entonces retirarlos del mercado por el mecanismo denominado chatarrización, que no es otra cosa que comprar chatarra con los impuestos de los ciudadanos o con la tarifa que pagan los usuarios. En el año 2000, cuando inició operaciones Transmilenio, Bogotá tenía del orden de 12.000 vehículos de transporte público colectivo y hoy, diez años después, tiene del orden de 16.000. No estando demostrada la efectividad de la chatarrización y consciente de que ni los impuestos, ni a la tarifa que pagan los manizaleños son para comprar chatarra y solucionar las ineficiencias de los empresarios del transporte y la falta de control del Estado, recomendé al señor Alcalde implementar una plataforma tecnológica para controlar la flota de vehículos de transporte público en Manizales.
d) En Colombia, los sistemas troncalizados los dirige y controla el denominado Ente Gestor, pero simultáneamente opera en esas ciudades el transporte colectivo tradicional administrado por las empresas de transporte, con pobrísimo o inexistente control de parte de las Administraciones Municipales o Distritales, y sin responder a las necesidades de la ciudad. Se operan paralela y simultáneamente dos sistemas de transporte que compiten entre sí, y no siempre tienen como objetivo fundamental un servicio de calidad a los ciudadanos de bajos recursos.
Fue así como pasamos de concebir el Sistema de Transporte Integrado de la Ciudad de un costoso y "demoledor" sistema troncalizado con un sistema colectivo paralelo parcialmente controlado, a un solo sistema integrado donde se pudiese programar y controlar el 100% de la flota y su recaudo; se minimizaran las transferencias; se cubriera mínimo el 95% de la ciudad con rutas a 200 metros; se tuviese una tarifa única y competitiva; no se gastaran los impuestos en chatarra; no se destruyera el patrimonio arquitectónico de la ciudad; no se redujeran las vías para los demás medios y modos de transporte a fin de poder poner a circular los articulados; no desapareciéramos, al menos parcialmente, las empresas de transporte de los manizaleños, ni forzáramos un porcentaje importante de las 480 familias que viven de uno o dos buses o busetas a venderlos como chatarra.